Cuando las primeras elecciones multirraciales de Sudáfrica se llevaron a cabo en 1994, eligiendo a Nelson Mandela como el primer presidente negro de la nación, Mandela nombró a Tutu presidente de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación.
En su trabajo de derechos
humanos, Tutu formuló su objetivo como “una sociedad democrática y justa, sin
divisiones raciales”, y estableció las mínimas exigencias para su realización,
incluida la igualdad de derechos civiles para todos, un sistema educativo común
y el cese de la deportación forzada.
Además del Premio Nóbel, a
Tutu le han otorgado numerosos premios, incluyendo el Premio Pacem in Terris,
el Obispo John T. Walker, Premio al Servicio Distinguido Humanitario, el Premio
de Liderazgo de Lincoln y el Premio Gandhi de la Paz.
Desmond Tutu continúa
viajando extensivamente, en defensa de los derechos humanos y la igualdad de
todas las personas, tanto en Sudáfrica como en el ámbito internacional.